Al estilo de Steve Jobs y Bill Gates, la historia de Vehizero, la primera empresa mexicana en desarrollar automóviles híbridos, comenzó en un garage en la zona de Tlalpan. A casi diez años de haberse fundado la compañía, el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, IPADE, realizó un caso de estudio sobre ella.
¿Puede una empresa pequeña alcanzar y remontar la altura tecnológica de la industria automotriz global? Vehizero, empresa fundada en el año 1999, parece probarlo.
El caso Vehizero, desarrollado por el profesor Franchi Raúl Martínez Moreira, del área de Filosofía y Empresa del IPADE, muestra cómo una empresa pequeña puede mantener sus operaciones y aspirar a convertirse en generadora de tecnología con responsabilidad social.
Martínez Moreira explica cómo Vehizero trabaja en prototipos de autos híbridos. Entre sus proyectos está el comercializar vehículos para transporte colectivo y de reparto. Sus modelos, únicos en el mundo, reemplazan el uso del níquel en las baterías –que comúnmente han utilizado otros modelos, principalmente orientales- por un metal de bajo costo y abundante en el país, la plata.
Esta innovación resultó ser atractiva para empresas en algunos mercados internacionales, como el estadounidense. Recién establecida, Vehizero mantuvo su operación gracias a que algunas compañías compraron sus productos de autopartes.
El caso Vehizero analiza las dificultades que sobrelleva una empresa innovadora con escasos recursos para invertir en investigación. Además, muestra cómo la industria del transporte está viviendo una revolución como sucedió en un inicio con la comercialización de las computadoras y nadie parece enterarse.
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