lunes, 25 de agosto de 2008

Beijing 2008



Beijing 2008, alta tecnología para el cuidado del medio ambiente
El cuidado del medio ambiente fue uno de los principales objetivos de los organizadores de los juegos olímpicos de Beijing, quienes se manifestaron en favor de la lucha global para evitar el cambio climático.
Para llevarlo a cabo, el gobierno chino ha decidido invertir alrededor de 350 millones de dólares en obras con las que se pretende mejorar la calidad del aire, además de haber desplegado una campaña nacional en la que ha utilizado los recursos tecnológicos que posee para la reducción de agentes contaminantes. Las estructuras arquitectónicas como el equipamiento urbano se han desarrollado a partir de diseños biolclimàticos y eco-tecnologías. Prueba de ello es el complejo habitacional, ubicado dentro del parque olímpico. Este complejo, conformado por 42 edificios de departamentos que han sido construidos con materiales como el Low-E, un vidrio de doble acristalamiento que desde su fabricación, hasta su instalación y uso permite una mayor protección ambiental, ya que sus niveles de emisión de bióxido de carbono son mucho menores que los de los materiales convencionales, el doble acristalamiento crea un vacío para evitar gases inertes al interior. Otra de las grandes ventajas del Low-E es que reduce los costos de acondicionamiento y calefacción, pues en verano la luz natural entra libremente a través de él absorbiendo una parte significativa del calor de onda corta y reflejando el exterior el calor de onda larga lo que permite tener en el interior un ambiente más confortable. En el invierno en cambio, el calor de onda largase refleja hacia el interior para elevar la temperatura. Se calcula que estas instalaciones tendrán una vida útil de 20 años, lo que representa un ahorro de aproximadamente 765,000 dólares anuales en el consumo de energía eléctrica.


La solución arquitectónica de los edificios también ha contemplado el reciclaje del agua, tal es el caso del Centro Nacional de Natación o -Water Cube-. La fachada de este edificio -concebido por cierto, a partir de la forma que tienen las moléculas de agua- fue construida con EFTE, una resina de flúor muy transparente y ligera que repele totalmente el agua. Las propiedades hidrofóbicas de este material fueron aprovechadas para equipar al edificio con un sistema de acopio de agua de lluvias con el que se podrán recolectar hasta 10,000 toneladas de agua, que se encauzarán a un sistema de reciclaje para posteriormente utilizarlas en las propias instalaciones deportivas. Las áreas verdes son también un elemento importante para mejorar la calidad del aire y para la conservación de los mantos freáticos, por lo cual ocupan 760 hectáreas de las 1215 con que cuenta el parque olímpico. La inversión económica que ha realizado el gobierno chino supera los 27,000 millones de dólares que bien han valido la pena si se considera que éste es uno de los proyectos de mayor relevancia ecológica y ambiental, lo que coloca al gigante de oriente como líder mundial en materia de urbanismo sustentable.


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